CONCEPTO Y CARACTERÍSTICAS DEL TRASTORNO POR DÉFICIT DE ATENCIÓN E HIPERACTIVIDAD

26.09.2014 16:40


El trastorno por déficit de atención es un problema que afecta a todas las áreas de interacción entre el niño y el mundo. Podríamos definir el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDA-H) a partir de sus características fundamentales:


1. Déficit atencional:

Un déficit en la atención repercute en el aprendizaje y en el comportamiento, provocando bajo rendimiento académico e inadaptación social.

Los niños hiperactivos emplean inadecuadamente las estrategias de exploración, se aferran a las características físicas de los estímulos presentando dificultad para despreciar la información irrelevante y para mantener la atención en tareas monótonas. Se trata de niños que no suelen acabar lo que empiezan, no se centran en los estímulos relevantes ya que todos son igual de importantes para él, cometen más errores de lo habitual, responden más lentamente.


2. Impulsividad

Los niños hiperactivos suelen actuar sin parar a considerar las consecuencias de sus acciones por lo que les resulta difícil planificar acciones futuras. Su capacidad de exploración es menos analítica y, en consecuencia llegan a calibrar de forma deficiente el medio que les rodea.

Pueden conocer las reglas y ser capaces de explicarlas, sin embargo cuando se trata de ponerlas en práctica son incapaces de controlar sus acciones y pensar antes de actuar. Son los primeros en lenvantar la mano, pero después no conocen la respuesta.

Se caracterizan por poseer una baja tolerancia a la frustración.


3. Actividad motora excesiva


Presentan una actividad motora excesiva que sobrepasa de forma persistente los límites considerados como normales en relación a la edad y circunstancias y que no tienen una finalidad concreta. Su dificultad para controlar los movimientos corporales se nota especialmente en situaciones en las que se requiere que permanezca quieto durante períodos de tiempo prolongados.

Existe un déficit en motricidad gruesa caracterizado por rigidez, torpeza, caídas frecuentes..., y un déficit en motricidad fina que podemos observar en su disgrafía, dificultades para atarse los cordones, escasa coordinación visomotora... Además si están contentos o tristes expresan sus emociones mucho más rápida e intensamente de lo que resulta apropiado o esperable dada su edad.



A estas características fundamentales debemos añadir una serie de aspectos secundarios que generalmente encontramos en este tipo de niños:


- Dificultades de aprendizaje

En general presentan problemas en su rendimiento académico. Las dificultades de aprendizaje suelen correlacionar con la hiperactividad posiblemente debido a la existencia de anormalidades perceptivo-cognitivas (su hiperactividad sensorial les impide conceptualizar elementos separados en una unidad significativa, cuestión fundamental en la lectura); o a un déficit en su capacidad de retención por las continuas tensiones emocionales a que se ven sometidos.  En cualquier caso los problemas de aprendizaje de los niños hiperactivos surgen por la confluencia de varios factores entre los que figuran el déficit atencional, la impulsividad, la calidad de los refuerzos ambientales y la capacidad para desarrollar mecanismos compensadores.


- Dificultad para demorar las gratificaciones

A los niños hiperactivos les es difícil trabajar en base a una meta a largo plazo. Debido a que la mayoría de las tareas que se realizan en clase suponen metas a largo plazo suelen experimentar dificultades para funcionar en clase, ya que suelen necesitar gratificaciones más a corto plazo o más motivación.


- Relaciones interpersonales insatisfactorias

Estos niños se muestran poco sociales, distantes más agresivos, menos complacientes (aunque no todos tienen problemas en las relaciones, estos suelen verse aumentados a medida que se van haciendo mayores).


- Baja autoestima

Las continuas reprimendas por parte de quienes les rodean (adultos significativos), las molestias que causan a sus compañeros, la forma poca adecuada con que se relacionan con los demás (exigiendo en lugar de pedir, etc.) hacen que experimente sentimientos de rechazo relativamente a menudo lo que sin duda influye en la elaboración de su autoestima.


- Agresividad

No todos lo hiperactivos son agresivos pero es importante considerar esta característica porque empeora el pronóstico. Es decir, si se asocia la agresividad a la hiperactividad aumenta la probabilidad de practicar conductas delincuentes.





BIBLIOGRAFÍA:

Fortes, M.C. , Ferrer, A.M. y Gil. M.D (2000) Bases psicológicas de la Educación Especial. Aspectos teóricos y prácticos. Valencia.Promolibro.