CURSO CLÍNICO

26.09.2014 18:42


HISTORIA PREESCOLAR


Sus padres los describen como niños difíciles de manejar, activos, enérgicos, a quienes es necesario vigilar constantemente para prevenir accidentes. Se caracterizan por su tendencia al rechazo de nueva estimulación, dificultades con los cambios en la rutina y reacciones muy intensas a los cambios en el ambiente. Son muy irritables y duermen de forma muy irregular. Suelen ser obstinados y caprichosos en relación a la alimentación y pueden mostrarse bastante agresivos. Frecuentemente muchos preescolares temperamentales y con un nivel de actividad superior al normal se convierten en hiperactivos. El maestro/a es el más adecuado para determinar cuando el patrón comportamental refleja el desarrollo normal y cuándo no, incrementandose el convencimiento de que ignorar estos signos, especialmente en los últimos años de preescolar, puede ser un gran error.


PERÍODO ESCOLAR

Durante el periodo escolar aparecen los problemas de comportamiento en clase. No permanece el tiempo suficiente en las tareas, molesta a sus compañeros, etc. todo lo cual recaba la atención del docente. El maestro centra su atención en el niño hasta que este vueve a implicarse en la tarea. Cosa que provoca que el maestro tienda a focalizar su atención en las conductas inapropiadas más que en las adecuadas. De esta forma el maestro actúa como un reforzador negativo, el niño reiniciará la tarea pero no se mantendrá mucho tiempo en ella porque conoce la consecuencia negativa de esto: el maestro dejará de ocuparse de él. La consecuencia directa del escaso tiempo que permanece trabajando se traduce en un bajo rendimiento académico. no se trta de niños poco inteligentes como en ocasiones se ha argumentado. obtienen bajas puntuaciones en los tests de inteligencia debido en gran parte al impacto que ejerce su conducta sobre su desempeño en los mismos. Las relaciones con sus compañeros a menudo no son buenas por lo que tiende a buscar amigos más pequeños. Los estudios sociométricos habitualmente reflejan que los niños con déficits atencionales son poco populares por lo que frecuentemente se les excluye de las interacciones sociales. A menudo son descritos como inmaduros e inconpetentes. Aunque algunos son capaces de desarrollar habilidades sociales adecuadas la mayoría presentan una baja competencia social. Algunos sencillamente carecen de habilidades sociales lo que resulta en una baja popularidad (aislados) mientras que otros muestran conductas agresivas lo que les aboca al rechazo de sus compañeros. Los problemas de sueño persisten.


ÚLTIMA INFANCIA

Persisten las dificultades para el estudio, la conducta disruptiva y la ausencia de amigos todo lo cuál contribuye a mantener baja su autoestima e incrementa la probabilidad de padecer trastornos de tipo depresivo.


ADOLESCENCIA

La actividad motora gruesa suele verse disminuída aunque el déficit atencional, la impulsividad y la inquietud persisten. Se trata de sujetos con bajos niveles de responsabilidad que amenudo abusan del alcohol y otras drogras. Los adolescentes con déficit atencional continúan teniendo problemas sociales, académicos y emocionales. Los profesores siguen quejándose de su inatención, nerviosismo, sobreexcitación y mala ejecución de las tareas.  Muchos muestran signos de indefensión y depresión pues son conscientes de su larga historia de problemas. Cuando eran más pequeños sus problemas a menudo les llevaban a los servicios de educación especial y a frecuentes avisos a sus padres. Posteriormente, durante la adolescencia, un nivel similar de problemas les trae como consecuencia el ser expulsado de la escuela y excluído del sistema educativo.



BIBLIOGRAFÍA:

Fortes, M.C. , Ferrer, A.M. y Gil. M.D (2000) Bases psicológicas de la Educación Especial. Aspectos teóricos y prácticos. Valencia.Promolibro.